2.11.12

Vênus



Cuando tu voz me dijo: vamos
Yo vi a Dios sentado en su trono: Venus 
La religión que nosotros dos, inventamos
Merece un definitivo tal vez, por lo menos

Ten en cuenta que me propuse 
Es siempre esa belleza 
Que brota en tu manera de mirar
En tu manera de dar amor 
De darme amor

No me importa nada de lo que es inmundo 
En el futuro también será así 
Si hoy amaneció un día oscuro 
Fue porque capturé el sol para mí

Date cuenta que lo que me propusiste 
Fue siempre la belleza 
que brota en mi manera de mirar 
Mi manera de dar amor 
De darte amor 

Ten en cuenta que nos propusimos
Fue siempre esa belleza 
Que brotaba de nuestra forma de ver 
De nuestra manera de dar amor
Darnos amor

No estoy hablando del amor romántico, 
De aquellas pasiones llenas de tristeza y sufrimiento. 
Relaciones de dependencia y sumisión, pasiones tristes. 
Algunas personas lo confunden con amor. 
Le llaman amor a ese querer esclavizado 
Y piensan que el amor es alguna cosa
Que se puede definir, explicar, comprender, juzgar. 
Ellos piensan que el amor estaba creado con el formato completo
Antes de ser experimentado. 
Pero es exactamente lo contrario para mí, que el amor manifiesto. 
La virtud del amor es su potencial para ser construido, inventado y modificado. 
El amor está en movimiento eterno, infinito en la velocidad. 
El amor es móvil. 
Cómo fotografiarlo? 
¿Cómo verlo? 
¿Cómo hacerlo? 
Y cómo evitar que la imagen sedentaria y cansada del amor no nos domine? 
Mi respuesta? El amor es lo desconocido. 
Incluso después de toda una vida de amor, 
El amor es siempre lo desconocido, 
Una fuerza luminosa que al mismo tiempo nos Cega, y nos da una nueva visión
La imagen que tengo del amor es la de un ser en cambio
El amor quiere ser interferido, quiere ser transgredido
Busca ser transformado en cada momento. 

La vida amorosa depende de la interferencia. 
La muerte del amor es cuando, antes de su laberinto, 
Hemos decidido caminar el camino recto. 
Él nos ofrece sus océanos de mares revueltos y profundos, 
Y nosotros preferimos el lecho de un río, con principio, medio y fin. 
No, no podemos subestimar el amor y no podemos castrarlo. 

El amor no es orgánico. 
No es mi corazón que siente el amor. 
Es mi alma la que le disfruta. 
No está en mi sangre que hierve. 
El amor hace una fogata que domina mi espiritu
Su fuerza se mezcla con la mía
Y nuestras pequeñas chispas crean un eco por el cielo
Como si fueran nuevas estrellas recién nacidas 
El amor brilla. 
Como una aurora colorida y misteriosa, 
Como un crepúsculo lleno de belleza y despedida 
El amor grita su silencio y nos da su música. 
Nosotros bailamos de felicidad en el delirio 
Porque somos el alimento preferido del amor, 
Si estamos dispuestos también a devorarlo. 

El amor, yo no lo conozco
Y es exactamente, por eso que lo deseo y me cuelgo de su abismo, 
Me aventuro a su encuentro 
La vida existe sólo cuando navegamos en el amor 
Morir de amor es la materia de la que se hace la vida. 
O más bien, sólo vivir en el amor. 
Y el lenguaje del amor es el idioma que hablo y escucho.



No hay comentarios:

Publicar un comentario